Se descubre un nuevo vínculo entre la dieta, las células madre intestinales y las enfermedades. Lo consigue con la ayuda de células intestinales que, entre otras cosas, están especializadas en la absorción de los componentes de los alimentos o la secreción de hormonas. En los humanos adultos, las células intestinales se regeneran cada cinco o siete días.

La capacidad de renovar y desarrollar constantemente todos los tipos de células intestinales a partir de células madre intestinales es crucial para la adaptabilidad natural del sistema digestivo. Sin embargo, una dieta a largo plazo con alto contenido en azúcares y grasas altera esta adaptación y puede contribuir al desarrollo de la obesidad, la diabetes de tipo 2 y el cáncer gastrointestinal.

Los mecanismos moleculares que subyacen a esta mala adaptación forman parte del campo de investigación de Heiko Lickert y su grupo en el Helmholtz de Múnich y la Universidad Técnica de Múnich. Los científicos suponen que las células madre intestinales desempeñan un papel especial en la inadaptación. Utilizando un modelo de ratón, los investigadores investigaron los efectos de una dieta rica en azúcares y grasas y la compararon con un grupo de control.

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