La neuroinflamación inducida por la quimioterapia se asocia con homeostasis bacteriana y colónica interrumpida en ratones hembra
El tratamiento de quimioterapia afecta negativamente los sistemas nervioso e inmunitario y altera la función gastrointestinal y la composición microbiana. Fuera del campo del cáncer, las alteraciones en las bacterias comensales y la función inmune se han implicado en déficits de comportamiento; sin embargo, aún no se conoce el grado en que los cambios intestinales están relacionados con las comorbilidades conductuales asociadas a la quimioterapia.
Por lo tanto, este estudio identificó cambios concurrentes en el comportamiento, la activación inmune central y periférica, la histología del colon y la estructura de la comunidad bacteriana en ratones tratados con quimioterapia con paclitaxel. En ratones tratados con paclitaxel, se produjo un aumento de la fatiga y una disminución del rendimiento cognitivo en paralelo con una inmunorreactividad de microglia reducida, una mayor expresión de quimiocina circulante (CXCL1), así como aumentos transitorios en la citocina / quimiocina proinflamatoria (Il-1β, Tnfα, Il-6 , y Cxcl1) expresión génica en el cerebro.
Además, los ratones tratados con paclitaxel habían alterado la composición de la comunidad bacteriana del colon y habían aumentado la profundidad de la cripta. Las abundancias relativas de múltiples taxones bacterianos se asociaron con aumentos inducidos por el paclitaxel en la masa del colon, la masa del bazo y la activación de la microglía.
Aunque la composición de la comunidad microbiana no estaba directamente relacionada con el cerebro disponible o las medidas de comportamiento, las diferencias estructurales en el tejido colónico estaban fuertemente relacionadas con la activación de la microglía en el giro dentado y la corteza prefrontal.
Estos datos indican que el paclitaxel quimioterapéutico afecta simultáneamente el microbioma intestinal, la integridad del tejido colónico, la activación de la microglia y la fatiga en ratones hembra, identificando así una nueva relación entre la integridad del tejido colónico y las respuestas conductuales que a menudo no se evalúa en los estudios del eje de microbiota cerebro-intestino
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